jueves, 25 de junio de 2015

Ketchup, cocina de fusión

Si pensamos en una salsa china probablemente lo primero que se nos venga a la cabeza sea la salsa agridulce, la salsa de ostras o la salsa hoisin. Pero quizás, la salsa china más conocida del mundo sea el ketchup. Sí, el ketchup es una salsa de origen chino con más de 300 años de historia. Sin embargo, el ketchup tal como lo conocemos hoy día es diferente al original chino. Principalmente porque lleva tomate y los tomates vienen de América :)

Podemos trazar el origen de esta salsa a través de su etimología. Al español nos llega a través del inglés (ket-chup), al inglés llega a través del malayo (kay-chap) y al malayo llega a través del amoy (kôe-chiap), un dialecto del sur de China.

Originalmente se trata de una salsa de pescado en escabeche, preparada fundamentalmente con salmón, tal como revela su escritura en caracteres chinos (鮭汁, jugo de salmón). La salsa fue traída a Europa desde Malasia por comerciantes ingleses a finales del siglo XVII. Sobre esta base los ingleses comenzaron a experimentar añadiendo nuevos ingredientes y adaptándola a los gustos locales. Durante mucho tiempo, la salsa catsup o ketchup de setas fue muy popular.

Los ingleses extendieron la salsa ketchup por todas sus colonias, incluidas sus territorios en el norte de América. Allí también la salsa gozaría de mucha popularidad y fue precisamente en las colonias americanas donde nació la variedad con tomate. Concretamente en el año 1817.

La primera receta con tomates llevaba anchoas, reminiscencia de la receta original a base de pescado. La popularidad de la salsa ketchup con tomates comenzó a crecer durante el siglo XIX por todo Estados Unidos. En la segunda mitad de siglo, comenzaría a comercializarse embotellada, produciéndose a nivel industrial. La necesidad de una mejor preservación de las salsas industriales, hizo que aumentasen los niveles de azúcar, edulcorando la salsa hasta dar lugar al sabor al que estamos acostumbrados hoy día. 

Mucha gente cree que fue el empresario norteamericano Henry Heinz quien inventó el ketchup. Lo cierto es que la salsa es el resultado de la variación y de la experimentación a lo largo de muchos siglos y culturas. Tampoco inventó Heinz la variedad con tomate ni tampoco fue la primera persona en embotellar y comercializar ketchup, ese honor le corresponde a Jonas Yerkes. Heinz tomó algo que ya existía y lo hizo enormemente popular, algo que sin duda también tiene su mérito.

martes, 16 de junio de 2015

El estándar MSX

Este mes se cumplen 32 años del lanzamiento del MSX.  Quizás algunos todavía recordarán este popular ordenador que se coló en las salas de estar de muchos hogares españoles a mediados de los 80, junto con el Spectrum ZX, Amstrad CPC y Commodore 64. Mucho menos conocido que sus competidores, el MSX llegó a gozar de bastante popularidad en su país de origen, Japón, y otros lugares como Holanda, Rusia, España y Sudamérica.

Sin embargo, el MSX fue algo más que un ordenador. En un mundo, el de la microinformática, en el que cada compañía fabricaba su propio hardware y diseñaba su propio software, incompatible con el resto de sus competidores, el MSX fue un intento por crear un estándar que permitiese a ordenadores de distintos fabricantes intercambiar programas y periféricos. En definitiva, una alternativa al IBM-PC que si bien llegó muy tarde. 

El estándar MSX fue definido por Kazuhiko Nishi, editor de la popular revista japonesa ASCII (también fabricante de periféricos y desarrolladora de software). Según la versión oficial, sus siglas significan MicroSoft eXtended, en referencia a la implementación de Basic que traía la ROM.

Muchas empresas niponas se unieron al proyecto y decidieron lanzar sus propias máquinas. Así aparecieron MSX fabricados por casas como Canon, Casio, Sony, Toshiba o Yamaha. Philips también se involucró en el proyecto lanzando su propio MSX, y es por eso que este ordenador gozó de buena popularidad en Holanda. Sin embargo también tuvo un notable éxito en España, donde la conocida empresa de videojuegos Opera Soft (autores de juegos como Livingstone Supongo o La Abadía del Crimen), implementaba software ofimático para el gigante holandés.


Después de MSX surgirían nuevas especificaciones como MSX-2, MSX-2+ o MSX turboR, estándares que volverían a implementar en su mayoría fabricantes japoneses. MSX-2 gozó de gran popularidad en su país de origen, pero llegaría a España en un momento en el que el mercado de la microinformática transitaba hacia el PC y hacia las consolas de videojuegos.

Lo interesante de toda esta historia es saber que realmente el MSX no fue un estándar creado desde cero. Fue más bien una retroespecificación, es decir, una especificación definida por un ordenador que ya existía en aquella época, el SV-328.


El SV-328 fue un ordenador creado conjuntamente por la americana SpectraVideo (gestión y marketing), la hongkonesa Bondwell (fabricación) y la empresa de Nishi, ASCII (software). Viendo el potencial que tenía el SV-328, Nishi decidió utilizarlo como base para una idea que ya le venía rondando por la cabeza varios años atrás y que era la creación de un estándar hardware que pudieran implementar distintos fabricantes. SpectraVideo accedió a la petición de Nishi, y tras algunos cambios nació el estándar MSX.

Otra de las acepciones del acrónimo MSX es la de Microsoft Software eXchange. Nishi era un gran amigo de Bill Gates, de hecho ASCII era la subsidiaria de Microsoft en Japón. Gates se entusiasmo al principio con el proyecto, pero pronto empezó a ver a MSX como una amenaza que podría rivalizar con IBM-PC y terminar con el fructífero negocio de MS-DOS.


Debido a las modificaciones que Nishi introdujo, el SV-328 no llegó a ser completamente compatible con MSX, aunque se comercializaba como tal.

jueves, 11 de junio de 2015

Un pastel de nata

Recuerdo una pastelería en Hong Kong, en Central, a medio camino entre Wellington Street y Hollywood Road, famosa por sus eggtart, o tartaleta de huevo. La gente formaba largas colas a su entrada solamente para desgustar este apreciado pastel. Incluso podía verse una foto de los dueños con el antiguo gobernador de Hong Kong, quiero decir, con el último gobernador británico de Hong Kong, Chris Patten, porque esto fue hace ya unos años.

Eggtarts de Tai Cheong Bakery (泰昌饼家), en Lyndhurst Terrace 35, Central

Los eggtart son uno de los pasteles habituales en las numerosas pastelerías que hay por todo Hong Kong. A los hongkoneses les encantan, son algo propio de su cultura. 

Nunca llegué a probar los eggtart de Hong Kong hasta hace bien poco, cuando estuve de visita por la isla. Nunca había llamado mi atención un tipo de pastel que para mí me resultaba tan familiar, por vivir cerca de Portugal.

Así que degustando una de estas tartaletas pensaba en que extraño es que "hace 500 años unos locos portugueses echados a la mar, movidos por el anhelo de conseguir nuevas fortunas, hubieran llegado a este remoto lugar que es Asia, comerciado té, porcelana y seda; pero dejado a su vez un trozo de su cultura. Y desde ese mestizo lugar que es Macao parte de su cultura se expandió a Hong Kong y otros lugares de China en forma de pasteles de nata, hasta el punto de pasar a formar parte de la cultura local de esos otros lugares".


Nata en Macao, con la fachada de la catedral de San Paulo en el fondo (la mano no es mía :P)

Los eggtart de Hong Kong son una variación de los pasteles de nata, pasteles de Belém o simplemente natas, como se les conoce más popularmente en Portugal.

miércoles, 3 de junio de 2015

De minimis

En el anterior post hablé de uno de los samples más famosos de la historia. Fue el que la banda N.W.A tomó de la canción Get Off Your Ass and Jam de Funkadelic e incorporó a su tema 100 Miles and Runnin.

En 1990 el grupo californiano N.W.A, uno de los grupos más importantes de hip-hop de finales de los 80, publica su EP 100 Miles and Runnin, su primer trabajo después de que Ice-Cube dejará la banda. El tema del mismo nombre incorpora un sample de 2 segundos de un riff de guitarra de una canción original del grupo Funkadelic, Get Off Your Ass and Jam. El sample, distorsionado, se repite en bucle 5 veces seguidas. Y como suele ser habitual en estos casos, había sido incluído sin autorización.

En 1998 la productora y distribuidora Dimension Films publica una película llamada I Got the Hook Up. La banda sonora del film incorpora el famoso tema de N.W.A.

La discografía propietaria de los derechos de Funkadelic demanda a Dimension Films por violación de copyright. El caso es conocido como Bridgetport Music Inc vs Dimension Films. La resolución de la sentencia viene a decir "si quieres samplear, pide permiso". Esto es especialmente importante porque el derecho anglosajón se basa en la jurisprudencia, es decir, las sentencias judiciales son vinculantes y han de ser tenidas en cuenta por los magistrados cuando se enfrenten a casos parecidos. Pero también es importante porque por primera vez una sentencia judicial viola el principio de minimis. Pero, ¿Qué es el principio de minimis?

En derecho se conoce como de minimis (pequeñas cosas), del latín de minimis non curat lex, al quebrantamiento permisivo de la ley, porque se entiende que la vulneración de la ley, en esos casos, no supone ningún daño, o dicho de otro modo, la ley no está interesada en asuntos menores.

Una cultura de mezcla y sampleo como el hip-hop no podría sobrevivir sin el principio de minimis. En realidad, si entendemos que, como decía el escritor méxicano Carlos Fuentes, "lo 'nuevo' es un cambio de una forma precedente; la novedad es siempre una variacion del pasado", nada podría existir si las leyes de copyright se aplicasen estrictamente. Sería la parálisis absoluta del progreso humano. Porque todo es un remix.


 Kirby Fergusson, creador del célebre documental "Everything is a remix"